El espacio geogrßfico denominado La Mancha permanece indefectiblemente asociado a la vida y obra de Miguel de Cervantes. No hace falta siquiera aso¼marse a las pßginas que los bi¾grafos han escrito atestiguando los periplos del au¼tor por estas tierras, pues su propia pro-ducci¾n ofrece pruebas irrefutables del conocimiento tangible que don Miguel asumi¾ y plasm¾ en sus obras sobre esta regi¾n a la que alz¾ hasta las mas altas cumbres literarias. Los pueblos de la Mancha por los que transcurre una gran parte de las aventuras del ingenioso hi-dalgo don Quijote conforman un territo¼rio de ensue±o, mÝtico, pero tambiÚn real y preciso. Ninguna otra regi¾n ha sido novelada o fabulada del mismo modo: un espacio geogrßfico, sede del hastÝo, de lo cotidiano, de lo anodino, se transfigura en la mente fantasiosa de Alonso Quija¼no en escenario de luchas, de aspiracio¼nes, de desvarÝos... y en todos estos deli¼rios se proyecta su deseo de ser Otro, de transformar el mundo. +No es este un fiel reflejo de la propia condici¾n humana La pervivencia de Cervantes y su in¼mortal legado literario forma parte de la identidad cu