"El Cantar de Teudán", al igual que el resto de La Crónica de Leodegundo surgió con vocación de divulgar el Alto Medievo hispano, europeo y oriental. En el presente segmento, el período que abarcaron el auge carolingio y el abásida y las intrigas y fallidas relaciones diplomáticas entre Aquisgrán, Constantinopla y Bagdad. Un telón de fondo cosmopolita para intentar iluminar la primera mitad del reinado de Alfonso II de Galicia y de Asturias, la que vio erigirse a un líder reputado, hasta el punto de que Eginardo, el biógrafo de Carlomagno, lo consideró como uno de los principales aliados de su augusto amo, ya que lo citó como el primero entre sus amigos en un contexto que sugiere su supeditación voluntaria a la envergadura moral del emperador. (...) Siempre merece la pena interesarse por la Historia, esa Giganta silente que a cada paso amenaza con pisarnos la espalda. Trae cuenta prestarle atención al pasado porque nunca fue como nos lo contaron, ni siquiera como Leodegundo lo pudo o lo quiso contar aquí. La Historia con mayúsculas siempre fue más interesante e increíble y, sobre todo, más compleja, la verdad histórica está por descubrir y aguarda tu interés por alcanzarla. De la introducción de Gaspar Meana al Volumen II de La Crónica de Leodegundo.