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Francis Bacon es una de las figuras ic¾nicas del arte del siglo xx, un artista que transform¾ la manera en que vemos y experimentamos el cuerpo humano. A la manera de los trÝpticos de Bacon, Jonathan Littell, apasionado de la obra del pintor, divide su libro en tres partes, a la vez independientes y complementarias. En la primera, describe el dÝa que pasa en el museo del Prado mirando las telas de Bacon, no muy lejos de las de Velßzquez y Goya. La segunda revela las correspondencias ocultas entre las figuras que Bacon pinta a lo largo de su carrera. Los retratos de su amante, George Dryer, pintados poco antes del suicidio de este en 1971, son el hilo conductor de esta reflexi¾n. La tercera parte pone en perspectiva la pintura de Bacon y la de los iconos, con el fin de abordar la cuesti¾n de la representaci¾n de la verdad en la pintura. El libro incluye un centenar de ilustraciones escogidas por Jonathan Littell.